Mi angelito, ya son 9 meses desde tu partida y cada día te extraño más. No existe ni un minuto que no piense en ti, y es que todo lo que hago es para ti, por ti. Soy cada vez una mejor persona, gracias a ti. Eres mi guía, mi impulso mi fuerza y mi motivación para seguir. Tu papi me ayuda mucho también, él siempre me dice que debo recordarte con alegría y no con tristeza, él también me da mucha fuerza para seguir. Tú y tu papi son lo mejor que me ha pasado en la vida, son la alegría más grande. Sé que no estás físicamente, pero siempre te siento conmigo, sé que siempre me cuidas, que me das la fuerza para luchar y no rendirme, para volver a levantarme en esos días en que el dolor es insoportable, esos días que me pregunto por qué otras sí y yo no.
Soy mamá de un ángel, no sé porque las cosas fueron así, pero me siento orgullosa de tener un ángel tan bello, un ángel que me impulsa a seguir y a alcanzar mis metas para algún día -ojalá que muy pronto- puedas regresar y yo pueda por fin abrazarte, besarte...
A veces quisiera dejar todo y buscar un embarazo pero luego pienso que eso es muy egoista y debo ser fuerte, ya solo faltan 2 años y podré al fin graduarme, todo el esfuerzo de mis estudios van dedicados a ti, así podré ofrecerte una vida mejor de lo que te podría dar ahora.
Perdóname por no escribirte mucho hoy pero es que no puedo, la Universidad cada día me exige más y debo dar todo de mi para así cumplir la promesa de que sería la mejor profesional por ti.
TE AMO CORAZÓN.
Espero que te haya gustado el regalito que te compramos tu papi y yo.
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